Inscribirse y asistir a una audición constituían los primeros ejercicios de un compromiso individual, y después colectivo, para construir este proyecto. Úumbal requería de esa primera intención por parte de los interesados, porque su supervivencia dependería de la voluntad de los participantes. De igual manera, los voluntarios podrían experimentar la estructura coreográfica del proyecto acompañados de otros y tomar una decisión informada sobre lo que implicaría estar en Úumbal: responsabilidad y compromiso de asistir a los ensayos propuestos, disposición a tomar las calles y vinculación y negociación con nuevas personas.
Los integrantes del Laboratorio de tejedores fueron los anfitriones de la audición, pues este proceso era parte de su compromiso hacia el proyecto.
La audición se llevó a cabo durante dos días y participaron 100 personas. Los voluntarios que habían donado a La pasoteca no necesitaban llenar otro formato de inscripción y podían acudir directamente a la audición.
Así como los donadores de pasos vinieron de varios puntos de la ciudad y zonas conurbadas, deseábamos que el colectivo que conformara Úumbal tuviera procedencias igual de diversas, por lo que lanzamosotra convocatoria en redes sociales para invitar a la audición.
Pusimos a prueba el baile energético de “cuerpo colectivo vibrante”, Hot-Fuego, y el de “cuerpo colectivo empoderado”, I’ve Got the Power. Desde el comienzo, queríamos provocar un contagio y dar lugar a una vivencia gozosa. Montamos un minuto de coreografía.
Después salimos a la calle a andar juntos y realizar acciones propuestas por el equipo de Úumbal.
De esta audición, 60 personas fueron seleccionadas. No todas pudieron o quisieron continuar.