BIOGRAFÍA COLECTIVA

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Malinche Malinches
El origen: la Malinche, la Marcaida y el feminicidio

Fabiola Díaz de León

            Ya que Malinche Malinches, iniciativa de la Máquina de Teatro, aboga por una falsa biografía de la mujer más poderosa del periodo posclásico de Mesoamérica que da pie a la Nueva España y, por ende, a lo que llamamos e imaginamos como México ahora en el siglo XXI y su 4a transformación; quisiera proponer varias líneas de investigación de lo que probablemente fue el primer feminicidio posterior a la caída de la Gran Tenochtitlán y del que sin duda Malinche, Marina, Itoca Malintzin, la verdadera, la original, la lengua, fue testigo y no pudo hacer nada más que callar durante años y cuyo silencio probablemente llevó a su propio envenenamiento antes de que cumpliera los 30 años.

            Cuando Moctezuma ofrece a una de sus hijas a Cortés en matrimonio, éste argumenta que no puede tomarla porque ya está casado ante la Iglesia, pero que tampoco la puede rechazar por lo que pone como única condición que tomara el nombre de Isabel y fuera bautizada para tomarla como barragana, término de la época para una concubina. Sabemos también que de esa unión surge la más alta aristocracia de la Nueva España o del entonces, Nuevo Mundo, la familia Cortés Moctezuma. Linaje que sigue vivo 500 años después tanto en América como en Europa. Uno de estos descendientes es el actual Embajador de México en Estados Unidos: Esteban Moctezuma, por mencionar sólo a uno y el poder que hasta la fecha detentan.

            La esposa a la que se refería Cortés era una dama española, granadina, con la que había contraído nupcias apadrinadas por el Gobernante de la Española, Diego de Velázquez, que también le dio la capitanía de la expedición que lo llevó a derrocar el Imperio más importante de la tierra firme: el Mexica. El arreglo era que toda la bonanza que su expedición obtuviera sería repartida en tres, una parte para Velázquez, otra para la Corona y la restante para el conquistador. Trato del que más temprano que tarde Cortés traicionó a Velázquez y lo sacó de la jugada por lo que sufrió la persecución de éste y sus allegados hasta el último día de su existencia enfrentando juicios de residencia que pudo desechar casi en su totalidad de cargos menos uno: el que correspondía a su finada esposa: Catalina Xuárez (o Suárez o Juárez), la Marcaida, cuya madre y hermano (antiguo amigo del conquistador) lo acusaron de haberla asfixiado en su casona de Coyoacán en 1522, muy poco tiempo después de que hubiera arribado a tierra firme para estar con su esposo al que tenía 3 años sin ver desde su partida de La Española.

            Durante el día que la Marcaida fue asesinada por su marido Doña Marina se encontraba en la casa y tenía fama de entrometida así que un detalle como el de Hernán asfixiando en su habitación a Catalina con unas azalejas (toallas) no le pudo haber pasado inadvertido, y mucho menos durante uno de los muchos banquetes que se celebraban en la hasta ahora Casa de la Malinche en Coyoacán. Hernando dio como explicación a voces que su esposa había sucumbido al asma que padecía y siete años pasaron de completo silencio en las cortes europeas, pero no en los chismes del pueblo, ahí era un secreto a voces que Cortés había matado a su esposa después de meses de un malísimo matrimonio y convivencia en la que ella oraba a gritos que el Señor se la llevara de tal infortunio y maltrato a manos de su marido.

            Siete años después, en 1529, su yerno y su suegra denuncian los hechos ante las cortes de Indias y el juicio se viene encima del encumbrado Conquistador. Sabemos por fuentes confirmadas que el desencuentro de Cortés y Malinche fue porque en un juicio en contra del primero ella  no se pronunció como su aliada y sin duda hubiera sido un testigo clave en la búsqueda y reclamo de la justicia de la Corona contra Cortés, fuera por la muerte de su esposa o los detalles de su fortuna y encomiendas, de sus bienes y tesoros y de la administración que hizo por 10 años a sus anchas de lo que era la Nueva España. Por tal desacato Doña Marina fue asesinada y su fecha de muerte fue el 24 de enero de 1529.