BIOGRAFÍA COLECTIVA

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Malinche, mensajera que con su voz comunicó culturas

Diana Manzo 

 

Su voz transformó y revolucionó una época de México. Con su conocimiento, habilidad e inteligencia fue la mujer más importante de la conquista de este país, la nombraron “La malinche”.

      Intervino como mensajera y comunicó a diferentes culturas: la suya, el náhuatl, el maya  y una externa “el castellano”, con el cual su vida se transformó y reveló la inteligencia de las mujeres indígenas. La que siempre fue intermediaria y a la que muchos despreciaron, pero ella revolucionó, como muchas jóvenes que salen a la calle todos los días a protestar por las injusticias de este país.

        Malinche, Marina o Malintzin, fue una joven que tomó la palabra como miles de mujeres que todos los días claman, acompañan y crear lazos comunicativos. Ella es ejemplo de cómo podemos ser dueñas del habla. Como muchas mujeres de hoy, que con su voz reviven a las que ya no están, con su voz transforman y con su voz crean.

         Intrépida, soñadora e inteligente, fue “Malinche”; su cabellera negra y su piel del color de la tierra, fueron la fuerza que la representó. Malinche no es traidora, tampoco trabajó más por los extranjeros, ella simplemente vivió e hizo lo que podía desde su espacio.

          Sueños tuvo muchos, quizá demasiados. ¿Sí los logró?… No se sabe, pero historiadores e investigadores como Carlos Monsiváis y Bolívar Echeverría han dicho que no fue una mujer víctima, sino la embajadora, la que logró comunicar a diferentes culturas, en pocas palabras, una mujer de éxito.

         Para una niña de origen náhuatl como ella, su fuerza surgió de la necesidad, como emerge el poder para vivir en incontables niñas en el México de hoy, en medio de la pobreza. En su caso sobrepasó su esclavitud, porque ella naturalmente se conoció poderosa y así logro regirse en una sociedad machista y sobresalió.

        Hablar de la Malinche es más que pensar en una “traidora”, como hoy mismo no podemos pensar en las mujeres que gritan en las calles por justicia, como “revoltosas” sino como mujeres dispuestas a luchar por la construcción de una historia que las reivindique, una historia más justa. Ella indagó y se entregó, fue leal donde estuvo, y es que así somos: leales y fuertes, capaces de todo y entregarnos, cuando se trata de asumir responsabilidades.

        Era un personaje casi sobrenatural y colaboró para cambiar la historia del hombre más poderoso de Mesoamérica: Hernán Cortés con su doble traducción, del maya al náhuatl y viceversa. Izaskun Álvarez Cuartero, profesora titular de historia de América Prehispánica e Indígena de la Universidad de Salamanca en España explica que el valor de “La Malinche” es su sobrevivencia y lo hizo gracias a su “voz, a su comunicación”.

        “Intentó todo lo posible para sobrevivir en un mundo de hombres, sobre todo, de una imposición y una cosmovisión distinta”, por eso el mérito y reconocimiento. Es erróneo pensar que “fue traidora”, ella hizo lo que sintió después de que fue vendida como esclava, y que gracias a que fue “una niña incomoda” por curiosa como muchas jóvenes de hoy, ella fue, es y será “La Malinche”, la mujer que domina idiomas, la revolucionaria, y por lo que hoy, escribo y doy voz.